miércoles, 27 de octubre de 2010

PROSTITUCION

Algunas son vendidas a organizaciones criminales como la Yakuza japonesa, que se dedica, entre otras actividades delictivas, a la prostitución en diferentes países orientales.
El regreso
En algunos ocasiones, el pago total de la deuda le permite a la persona volver a su país de origen, pero en otros, es el contagio de enfermedades de transmisión sexual lo que le da el tiquete de regreso.
"Las personas llegan muy lesionadas sicológicamente y, a veces, en lo físico. Además, han adquirido deudas grandísimas. Para ellas, lo más difícil del regreso es encontrar un proyecto de vida productivo", indica Victoria Eugenia Giraldo.
La Fundación Esperanza atiende, en el aeropuerto, los casos que vienen remitidos por consulados o por autoridades policiales. Se les brinda atención médica y sicológica primaria y se les ayuda a regresar a su ciudad natal.
"Si en esa región tenemos organizaciones aliadas para el tratamiento posterior del caso, le prestamos el servicio que necesite. Lamentablemente, sabemos de personas que caen de nuevo en la red por intimidaciones de los traficantes", continúa Giraldo.
La falta de denuncias ante las autoridades dificulta el rastreo y captura de estos delincuentes, pero gracias a las operaciones internacionales se han adelantado 15 grandes operativos en los últimos cinco años.
A las esclavas modernas no las comercializan en plazas públicas, las exhiben en tarimas de burdeles y habitaciones sórdidas sin más remedio que acceder a un trabajo forzado: vender el cuerpo sin obtener ninguna ganancia.

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